Bienvenido, Mr. Crespi

El renovado y americanizado Laboral Kutxa afronta la temporada con la intención, casi la obligación, de resucitar los buenos tiempos; de ser alternativa frente a Real Madrid y al Barcelona. Al menos de luchar de tú a tú con Valencia y Unicaja. De llevar el nombre de Vitoria en Europa hasta, por lo menos, el top 16 de Euroliga, cuando la competición está madura. La restructuración ha sido profunda. Del 'ciao bambino' a Scariolo y la alfombra roja con la que se recibió a Marco Crespi a la larga lista de fichajes: a los estadounidenses (digan lo que digan sus pasaportes) Orlando Johnson, Doron Perkins, Ryan Gomes y Colton Iverson, el georgiano NBA Tornike Shengelia, que lesionado aún no será de la partida, el francés Kim Tillie y el letal letón Davis Bertans.

Siguen Thomas Heurtel (de momento), Causeur y San Emeterio. Ellos deberán asumir la responsabilidad mientras se acopla el resto de piezas. La juventud llega con la presencia de los hermanos Diop. Ilimane deberá dar ya un paso al frente y Mamadou llega como jugador para completar la plantilla con los denominados cupos de formación. Lamont Hamilton está de baja.

La primera, contra el campeón

Y como el Baskonia no es amigo de los calendarios fáciles, la primera piedra en el camino será el actual campeón, el FC Barcelona. Un equipo que tiene el poso de un entrenador que acumula campañas en el puesto, Xavi Pascual, y que pesca recurrentemente en el Buesa, por lo que debilita a Baskonia -a cambio de dinero- y se refuerza con piezas contratadas. Tibor Pleiss es el último caso, como antes lo fueron Oleson, Lampe o Huertas.

El Barcelona inicia la defensa del título con la obligación de acoplar sus cuatro jugadores nuevos -el mencionado Pleiss, Tomas Satoransky, Deshaun Thomas y Justin Doellman-, al resto de su poderosa plantilla donde Juan Carlos Navarro, Ante Tomic, Marcelinho Huertas, Brad Oleson, Bostjan Nachbar y Maciej Lampe marcan la pauta. Además, debe seguir con la progresión de los jóvenes talentos como Alex Abrines, Mario Hezonja o Markus Eriksson.

El técnico azulgrana tiene la duda de Tomas Satoransky, que por culpa de una alteración en el ritmo cardíaco tuvo que ser sometido el miércoles a unas pruebas que requieren 72 horas de reposo deportivo, aunque espera contar con él. Quien sí estará es el esloveno Bostjan Nachbar, que arrastraba pequeñas molestias en la rodilla izquierda, pero que ya jugó ante el Andorra.