Primera victoria del Laboral Kutxa fuera del Buesa Arena

Para más inri, además de la derrota, el Manresa sumó un nuevo lesionado: Marius Grigonis. La frialdad inicial favoreció a La Bruixa d'Or en los minutos iniciales con puntos de Sakic y Fotu (mate incluido), que daban una ventaja inicial a los catalanes de 6-1 (min. 3).

Shengelia y Causeur de triple se encargaron de igualar el marcador (6-6, min. 4). El primer cuarto (11-10) fue de ínfima calidad, el Manresa acabó con 0/5 en triple y el Baskonia 1/8.

En el segundo cuarto, las cosas mejoraron para los visitantes gracias a un gran James, que anotó 7 puntos consecutivos que daban al Baskonia su primera ventaja significativa del partido (10-18, min. 14).

Pedro Martínez pedía tiempo muerto y hacía debutar en el Nou Congost al base Peppe Poeta. El Manresa reaccionaba y le devolvía el parcial a los vascos con un 2+1 de Rizvic, una canasta de Grimau y un triple de Fotu (18-18, min. 16).

James (14 puntos en este cuarto) fue el encargado de poner fin a la remontada local con otro triple (18-21, min. 16). Los vitorianos mantenían el partido bajo control, aunque incapaz de irse en el marcador (28-34, min. 20).

Después del descanso, los jugadores mostraron tener mayor puntería, con un parcial de 4-9 en 2 minutos, algo inédito en la primera parte, que favorecía a los visitantes (32-43, min 23).

Grigonis anotaba de triple (40-46, min. 27), pero un parcial 0-6 bastó a Laboral Kutxa para acabar el cuarto con la máxima ventaja del partido (40-52, min. 30).

Con todo prácticamente decidió, la falta de intensidad visitante permitió que el Manresa se volviera a meter en el partido. Grimau conseguía el 2+1 (43-52, min. 31) que daba inicio a un parcial 12-4 que ponía a los catalanes a tan sólo cuatro puntos (52-56, min. 35).

La reacción local se desinfló de golpe con la lesión de Marius Grigonis (esguince de tobillo) después de un choque en el rebote con Colton Iverson. Una noticia que cae como una jarro de agua fría en los ya mermados efectivos de La Bruixa d'Or.

Bajó la concentración local en la recta final y dos malas defensas permitieron a San Emeterio, primero, y a Tillie, después, lanzar solos y retomar el dominio del partido (55-65, min. 38). No hubo más historia y sólo un triple de, hasta el momento desaparecido, Ben Dewar dejó el marcador final en 64-71 (min. 40).