Mike James, «un asunto cerrado»

«Fue un lance más que se puede dar en un partido. Mi trabajo es que todo el mundo vayamos en el mismo sentido y si alguien sale de ese camino hay que devolverlo rápido a él. Pero Mike es un jugador que enseguida reconoce que se equivocó. Pronto veremos también cuál es su reacción», dijo Peras en relación al partido de mañana contra el Armani Milán y a que una cosa son las reuniones de vestuario y otra entrar a la cancha y empezar a jugar.

Perasovic indicó, igualmente, que no ha necesitado reunirse en privado con el exterior estadounidense. «No hay nada que hablar especialmente. Son reglas no escritas que todo equipo» debe respetar. «Cuando un jugador comete» un error sobre ese código «se dice delante de todos y así lo dijimos. Son cosas que se quedan dentro», dijo el entrenador en referencia a las posibles conversaciones que miembros del cuerpo técnico hayan podido mantener con James después del partido.

Más allá de este affaire concreto, en esta temporada a James le está costando entrar en el modo de juego que su entrenador impone: disciplina defensiva y un mínimo rigor en ataque. Al base se le aprecia una mayor dedicación atrás que en la campaña precedente, pero en ataque le puede su tendencia a resolver las situaciones por sí mismo. Dado que es imposible cambiar la naturaleza de un jugador, el técnico quiere que al menos entre en dinámica de grupo. Sin embargo, este estilo provoca una especie de cortocircuito en James, quien en su jerarquía de opciones con el balón en la mano darlo a un compañero no figura en lugar preeminente.