El Baskonia, a punto de cerrar el fichaje del base Vildoza para cuatro temporadas

Vildoza celebró ayer precisamente su vigésimo primer cumpleaños. Una efeméride que sirve para retratar la apuesta del Baskonia. Porque el fichaje, de alguna manera y salvando las distancias, recupera la línea de aquel reclutamiento casi en masa que el club alavés realizó con una generación excepcional de baloncestistas argentinos; la que encarnan Scola, Nocioni, Oberto o Prigioni, por mencionar algunos. Los dos primeros, por cierto, aún se baten el cobre con la selección albiceleste en los Juegos de Río.

El nuevo base del Baskonia a expensas de la firma fue uno de los descartados en el corte final de la selección para Río. Con 1,90 de estatura, se trata de un director de juego con físico y que en la campaña pasada en Quilmes promedió 14,2 puntos, 3,6 rebotes, 2,5 asistencias y 13,6 de valoración. De momento, se encuentra a la espera de adquirir el pasaporte italiano, lo que le permitiría actuar como comunitario en cualquier competición española. Precisamente, la carencia de este documento ha podido frenar ya su singladura hacia Europa.

Medios especializados argentinos informaban ayer que en la primera campaña, el Baskonia pagará la mitad de la ficha de Vildoza y el otro 50% correrá a cargo de Quilmes, que seguirá disfrutando de la aportación del base.

Idas y vueltas

El proceso de su fichaje ha conocido vaivenes de todo tipo. En la pasada primavera, el secretario técnico del Baskonia, Alfredo Salazar, viajó a Argentina para ver in situ a Vildoza y al alero Nico Brussino. El club inició ya casi en verano negociaciones con ambos. Pero el exterior recibió una oferta de la NBA y fichó por Dallas. Con Vildoza, por su parte, las conversaciones se rompieron en julio ya que, entre otras razones, no quería ir cedido a un equipo de LEB Oro.