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El Baskonia no hace prisioneros
EUROLIGA

El Baskonia no hace prisioneros

Reduce a la nada a todo un Fenerbahce con un ejercicio de baloncesto dictatorial en una noche prodigiosa de júbilo completo en el Buesa

Carlos Pérez de Arrilucea

Viernes, 11 de noviembre 2016, 19:38

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No es cuestión de que el Fenerbahce no fuera un equipo abordable para el Baskonia, pero hay formas y formas de tumbar a un grande de Europa comandado por un monarca de los banquillos como Zeljko Obradovic. La costumbre siempre augura sufrimientos para coronar semejantes cimas, pero el conjunto azulgrana hizo este viernes trizas el manual para protagonizar una noche repleta de prodigios, de esas que se contemplan en escasas ocasiones. El suyo fue un ejercicio de baloncesto dictatorial escalofriante, una dosis letal que corrió a borbotones por las venas del conjunto turco hasta anularlo por completo.

Sobre el parqué del Buesa Arena, solo hubo una tonalidad, la azulgrana. El Baskonia logró encadenar dos triunfos consecutivos en la Euroliga por primera vez desde el inicio de temporada tras firmar una sesión incontestable de juego desbordante en el que la seriedad defensiva se alió con un fuego devastador al otro lado de la canasta. Baloncesto visceral para un Baskonia sediento de gloria, un directo a la mandíbula de todo un Fenerbahce, esta vez reducido a la nada ante el abrasador empuje vitoriano. Fuego sobre el parqué y fiesta en un grada poblada con 14.127 fieles a la causa de un equipo que comienza a enseñar las garras en el frente continental.

El Baskonia supo navegar a través del oleaje de un primer cuarto en el que se impuso el frenesí defensivo, el alto nivel de contacto y el marcador bajo. Mantuvo el tipo ante la dureza inicial de un encuentro en el que el Fenerbahce trató de marcar un ritmo pesado y de cancha minada. Dos triples consecutivos de Rodrigue Beaubois hcieron entrar en calor a los azulgranas (12-6, minuto 7). Saltó Andrea Bargnani y su presencia quedó en anécdota ante la diferencia abismal en nivel de intensidad con el resto de sus compañeros. El italiano cerró el primer cuarto con dos tiros libres (14-11) para después dar paso a la tempestad. El Baskonia hundió hasta el fondo el puñal de la mano de un Shane Larkin implacable a la hora de perforar la defensa otomana para liderar un parcial de 10-0 que marcó la primera diferencia clara para los locales (22-11, minuto 14). El Fenerbahce comenzaba a perder pie ante el vendaval baskonista, hambriento de puntos, pesaroso en el acierto exterior ante la ausencia por lesión de Bogdan Bogdanovic, su francotirador principal.

Hacia la perfección

Mientras, el Baskonia era un ente armónico, dotado de una plantilla larga que Sito Alonso estaba dispuesto a exprimir hasta la última gota a base de rotaciones constantes. La ofensiva vitoriana fue total; desde la línea triple hasta las inmediaciones del aro, cada pulgada del parqué era del Baskonia mientras su defensa se elevaba como una sombra que amedrentaba a un Fenerbahce sumido en una tiritona incontrolable. El anfitrión puso tierra de por medio con la actividad frenética de un Voigtmann que comienza a ser palabras mayores y el arte extremo de Larkin (35-19, minuto 18).

Trató de reaccionar el Fenerbahce de la mano de Nikola Kalinic, pero los azulgranas ya no hacían prisioneros. Dispuesto a servirse él mismo, aunque también a sus camaradas, Larkin concedió a Rafa Luz el triple sobre la bocina con el que concluyó la primera parte (41-24) ante una afición boquiabierta y jubilosa ante el despliegue de su equipo.

El Baskonia había mostrado un dominio insólito ante un destructor poderoso como el Fenerbahce. Cabía esperar una reacción de los de Obradovic, pero lo que cayó en el tercer cuarto fue un nuevo aguacero azulgrana. Blazic inició el tercer capítulo con un triple inverosímil al filo del tiempo de posesión y la sesión de prodigios volvió a desatarse. Con Bargnani y Voigtmann juntos en cancha, el poderío se vio amplificado. El alemán continuó con su obra magna y el italiano se sumó a los festejos con buenos minutos ofensivos. Un triple de Hanga dibujó un glorioso abismo (54-26, minuto 24). Contestaron desde la misma distancia Dixon y Sloukas (60-37, minuto 26), pero el Baskonia no se permitió ni un respiro. El equipo vitoriano volvía a rugir con la pegada teutona y la mano de seda romana. 67-40 al cierre del tercer cuarto, el Fenerbahce tumbado sobre la lona, clamando por que concluyera una agonía que se alargó durante diez minutos de celebración total en el Buesa.

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