
Ahogados en su propia incoherencia
El Baskonia olvida su energía, se vuelve indeciso y desluce el debut de un Henry desconocido como azulgrana
«Un equipo como el nuestro no tiene nada que hacer si no vamos con los cinco sentidos». Se cumplió el duelo que Peñarroya había ... imaginado en la previa. Ayer más que nunca, el Baskonia dejó la impresión de que puede ganar y perder con cualquiera en esta Euroliga. De que su mayor rival esta campaña va a ser él mismo. Lo que genera esperanza, ilusión, cautela y recelo. Una de las salidas más amables de las que se va a encontrar este curso por Europa, ante un equipo falto de registros y sin un juego interior dominador, ahí donde residenlas debilidades vitorianas, se convirtió en una tortura.
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Apenas hubo nada destacable de color azulgrana, que solo se pareció al de jornadas anteriores en el color de la camiseta. Debutó Henry, con su versión del Fenerbahce. Sin chispa ni vértigo. Dando continuidad a las actuaciones primero de Thompson, la viga maestra, que se vino abajo con nada menos que cinco pérdidas (18 en total frente a 14 asistencias), y Kurucs. El carismático base de Virginia fue el undécimo jugador del cuadro vitoriano en pisar la cancha, con una cinta en la frente como nuevo accesorio de su look.
Displicencia azulgrana
Minuto 8, 21-10 en el marcador, pero el Baskonia reunía por primera vez sobre la pista a Howard y Henry. Pero esta vez no hubo reacción a otra primera mala puesta en escena. Ni perdiendo por diez puntos ni de veinte. Al final del primer cuarto, 40 de valoración en el Asvel, -4 en el equipo alavés. Con seis pérdidas, solo cuatro intentos desde el triple, 1 de 4 en tiros libres, sin energía ni tensión en ningún lado de la cancha, sin la fluidez del pase ni las ayudas defensivas requeridas en cada cambio de hombre. Con Howard dejando una extensión por encima del tablero como único lanzamiento en su primera rotación, Dani Díez sobrepasado por el físico continental, Hommes desnortado, Giedraitis con mejores números que impacto y hasta Sedekerskis desconcentrado.
Le fue imposible competir en el rebote (44-29) ante un equipo de bajitos. Concediendo ya solo en el primer cuarto seis capturas ofensivas. Solo sacó la cabeza del atolladero en la secuencia robo de Thompson, transición de Giedraitis y triple liberado desde la esquina de Howard (56-43, min 24). Pero de inmediato volvió a caer ahogado en su propia incoherencia. Sin jugar a lo que sabe también en un último cuarto indigesto. Los primeros minutos en los que el Baskonia echó de menos a Baldwin.
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