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Alba Berlín - Baskonia | Euroliga Jornada 17

La racha concluye donde el último de la fila

Un Baskonia de baja tensión trata de resolver durante el agónico desenlace un duelo en el que se sintió superado

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Jueves, 5 de enero 2023

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Pues eso. Que el asunto va de la Euroliga y en este torneo tan exigente todos los equipos se sienten capaces de hacer relojes. También el colista Alba, que zanjó la trayectoria triunfal azulgrana -una dulce salvajada de doce muescas consecutivas, seis continentales- con merecimiento. Es lo que tiene el torneo que patrocinan las líneas aéreas turcas, que el último puede abatir al líder después de dominarlo durante media hora. Y de padecer, también, una de esas resoluciones emocionantes por las que resulta tan célebre el baloncesto.

Cierto que el equipo vitoriano pudo arrancar al final un triunfo para el que se había postulado mucho más el conjunto local durante casi toda la noche. De hecho, con el definitivo 85-84 Lammers taponó una penetración de Howard, demasiado tiempo recluido en el banquillo. Y con dos segundos por delante, el saque de fondo posterior terminó en las manos de Costello, obligado a lanzar el triple de la moneda al aire. Y cayó de cruz. Lástima, aunque parece justo reconocer que el Alba de un rostro nada perdedor apostó más fichas en la ruleta que argumentos expuso el Baskonia para la victoria.

Alba Berlín

(27+27+23+8) Lo (11), Smith (18), Olinde (11), Sikma (4), Lammers (6) -cinco inicial-, Delow (-), Wetzell (6), Thiemann (10), Blatt (11), Koumadje (2) y Zoosman (6).

85

-

84

Baskonia

(20+28+19+17) Thompson (15), Marinkovic (-), Giedraitis (10), Hommes (8) y Kotsar (4) -cinco inicial-, Henry (19), Howard (17), Enoch (2), Costello (3) y Sedekerskis (6).

  • Árbitros: Ilija Belosevic (SRB), Sergio Silva (PRT), Milos Koljensic (MNE). Sin eliminados. Señalaron falta técnica a Joan Peñarroya (min.15).

  • Incidencias: Partido correspondiente a la decimoséptima jornada de la Euroliga disputado en el Mercedes Benz Arena de Berlín.

Y es que el cuadro de Joan Peñarroya, asombroso en su extensa racha de sensaciones formidables y marcadores rotundos, puede abatir con su honda al mismísimo Goliat. Pero también muestra su condición humana y vulnerable de no emplearse hasta el tuétano. Y ayer, a lo largo de tres cuartos, circuló con dos marchas menos de tensión competitiva en su caja de cambios.

Claro que el éxito berlinés por el estrecho canto de un euro indica que el conjunto azulgrana se quedó a una simple canasta de prolongar su impresionante mambo rampante del último mes y medio. Pero habremos de admitir que, hasta el último acto, los protagonistas de la obra vestían las camisetas amarillas. En esos treinta minutos (77-67) parecía el Alba un candidato firme al 'play off' y el Baskonia un sufridor aspirante a meterse en los cruces. De hecho, el ayer muy notable bloque de Israel González superó al alavés en la dirección, el juego interior -muy diluidos los pívots de Peñarroya-, el ritmo dinámico -sorprendente, sí- y las firmes decisiones sobre el parqué.

Había más fluidez y chispa locales que empuje y clarividencia visitantes. El equipo alemán gobernaba el rebote, trenzaba ataques de buena escuela y sonrojó a su potente rival en algunas acciones significativas. Como el pase de béisbol después de recibir canasta que acabó en la red vitoriana o las facilidades de Thiemann para superar en el uno contra a otro a Hommes. Condescendiente el 'cuatro' azulgrana, como la mayoría de sus compañeros en tareas defensivas hasta la rebeldía del último cuarto.

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Durante la primera parte de tanteador alto y excesivas facilidades a un Alba bien pertrechado de pizarra para asaltar al líder se sostuvo el grupo alavés en la labor anotadora de Henry -mejor rematando que creando juego-, la efervescencia contagiosa de Sedekerskis y las hogueras que enciende Howard sea San Juan o no. Escasos argumentos atrás y adelante que aún quedaron más en evidencia durante el sobresaliente tercer cuarto germano (75-63, minuto 29). Todos los componentes de la plantilla local se mostraban mejores de lo que habitualmente son: Smith, Blatt, Olinde, el 'ex' Wetzell... Flotaba en la atmósfera la idea de que sólo Howard podría solventar el problema con otro de sus milagros rutinarios.

Y, sin embargo, hasta en una velada deficiente ofrece el Baskonia síntomas del veneno que lleva dentro y enseña los tentáculos con los que ahogar al adversario. Los bases de Peñarroya, que perdieron la pugna de la dirección ante Blatt y permitieron penetraciones de Lo, se sumaron a la traca anotadora de Howard. Si el escolta había producido antes del descanso, Henry -el manantial de puntos más regular ayer- y Thompson se aliaron para procurar emoción al duelo. El que el Baskonia hasta pudo ganar después de opositar a la derrota donde habita el último de la fila.

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