Borrar
Barça - Baskonia | Liga Endesa Jornada 2

Entre el esplendor y el abismo

Un Baskonia con identidad y clara vocación por correr hasta el descanso cae después atropellado en el Palau

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Domingo, 2 de octubre 2022

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Pocos deportes como el baloncesto representan de manera más cruda el modo de variar diametralmente los estados de ánimo. La parroquia baskonista, que se levantó del sofá para picar algo en el descanso con una sonrisa beatífica de una oreja a la otra, apenas podia intuir tal vuelco entre un primer tiempo primoroso de su equipo (39-51) y el aturdimiento en el que malvivió a la vuelta de los vestuarios.

Por supuesto que cabía esperar la reacción de un Barça sometido hasta el intermedio por la versión ilusionante que el equipo alavés ya esparció el viernes en la visita del Unicaja. El club catalán maneja un plantel enorme. Con ver a Mirotic, Higgins y Tobey de espectadores 'vips' junto al banquillo queda todo escrito. Lástima que al conjunto de Sarunas Jasikevic le bastasen tres minutos nada más reanudarse el encuentro para equilibrar en un pestañeo el duelo que tanto le ofrecía la espalda. Dos triples de Abrines, una canasta con tiro adicional de ese tormento apellidado Vesely y vuelta a los tacos de salida.

Barça

89

-

74

Baskonia

  • Árbitros: Jiménez, Serrano y Sánchez. Descalificado Peñarroya por dos técnicas.

  • Incidencias: 5.131 espectadores en el Palau Blaugrana.

  • El momento clave: Los cuatro minutos del inicio del último cuarto sin anotar terminaron de hundir las ya entonces escasas opciones azulgranas.

Una pena contemplar al Baskonia atropellado desde entonces. Todo partió de una intensidad defensiva local que parecía copiar la cátedra contenedora de su oponente en los dos primeros cuartos. Se arremangó el Barça atrás hasta el punto de que demasiados ataques vitorianos coincidían de mala manera con el límite de la posesión a partir del atosigamiento a un Thompson de mando en plaza durante los dos primeros actos de la obra.

Un verdadero fundido de la pantalla baskonista al que contribuyó, aunque no convenga ampararse en las excusas, un arbitraje severo con el cuadro alavés que desembocó en la expulsión de Joan Peñarroya por dos técnicas. Pero ceñidos al puro juego, el grupo de Jasikevicius demolió al irreprochable Baskonia anterior desde el rebote, el modo cruel de castigar los cambios defensivos y una actividad asfixiante. El 80-60 del minuto 35 hablaba de un parcial ¡41-9! desde el descanso. Una tortura para los sentidos.

El compromiso del Palau Blaugrana puede explicarse desde las leyes mismas de la naturaleza. Un amanecer luminoso del conjunto alavés que terminó en un ocaso de oscuridad insondable. Pero en lugar de un transcuro paulatino y sereno entre el día y la noche, la jornada incluyó un cambio brusco en el firmamento convulso.

Antes de que el cuadro vitoriano quedara atropellado bajo las ruedas locales de grueso calibre, los discípulos de Peñarroya habían mostrado más y mejores señas de identidad que en toda la campaña anterior. No cabe otro remedio -bendita sea la conclusión- que alabar el trabajo del técnico de Terrassa desde que juntó a todos sus hombres no hace casi ni medio mes. Y en tan escaso espacio temporal ha logrado el entrenador que el equipo se pavonee como tal y mediante un estilo que ya dejaba entrever en sus declaraciones públicas.

Coherencia entre las palabras y los hechos contundentes. Un grupo coral a partie del liderazgo sólido, y sin necesidad de meter demasiado ruido, de Thompson. Un bloque que enreda en los calbes del ponente con una defensa colectiva atosigante a partir de las responsabilidades individuales. Manos como aspas de molino para reciperr el mayor número de balones posibles y salir en estampida como si acabaran sus actores de atracar un banco.

Por lo visto en el duelo ante el Unicaja y la primera parte de ayer, pocos equipos castigan tanto las pérdidas rivales forzadas transformándolas en puntos 'fáciles' de un hombre solo ante el aro contrario. Robo y carrera, verticalidad y canasta. De hecho, el Brça superado hasta el descanso se sostenía apen con los tiros libres, el rebote ofensivo y el alimento que los pequeños procuraban a sus grandes Sanli. Vesely y Da Silva.

Una pena que la estupenda conjugación del verbo 'competir' y el suplemento de la ambición sufrieran las consecuencias dañinas de un eclipse total al retorno de los vestuarios. Del vino bueno que se saborea con placer al agua turbia de un Baskonia empantanado después. Pero sensaciones de que este grupo se maneja con las ideas claras, el compromiso gremial y la identidad del velocista.

Este contenido es exclusivo para suscriptores
Volver al inicio
Actualización disponible

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios