
Baskonia
A la espera de la irrupción de RogkavopoulosEl prometedor alero griego, sin minutos en la segunda parte en Berlín, inicia su curso de debut en la Euroliga por debajo de la línea colectiva
Un alero de piernas largas, nombre impronunciable y una calidad innata. Con tan solo 16 años, Nikos Agapitos Rogkavopoulos llamaba a las puertas del éxito. ... En Grecia apuntaban que tenía todos los ingredientes para convertirse en un jugador dominador en su posición. Unas expectativas exacerbadas que pasaron por alto el peaje de la adaptación de un adolescente al baloncesto profesional. El jugador nacido en Marousi tuvo cinco temporadas discretas entre un histórico venido a menos como el AEK y el Promitheas Patras y rompió el curso pasado en el Merkezefendi turco, lo que acabó de convencer a los técnicos del Baskonia para lanzarse a por su fichaje.
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Todo jugador precisa de un proceso de aclimatación para afrontar una nueva realidad competitiva y el griego ya demostró una vez que no es ajeno a esta lógica. Con 22 años, el alero heleno debuta en la Euroliga. Está descubriendo un ritmo de juego más exigente y donde, sobre todo, se reduce el tiempo de ejecución. Para colmo, llegó a Vitoria con la pretemporada empezada, tras un verano extenuante entre partidos de exhibición ante los ojos de la NBA, entrenamientos para el Draft y el Mundial con Grecia. Un contexto que ya hacía presagiar que su periodo de adaptación no iba a ser como el de Chima Moneke.
Rogkavopoulos es por el momento el jugador número diez de la rotación del técnico azulgrana. Por delante de Raieste y Dani Díez, inédito en los dos partidos de Euroliga, en sus reducidos minutos sobre la cancha apenas ha dejado chispazos de las prometedoras condiciones que desde muy joven le elevaban a las cotas más altas del baloncesto. Un tipo descarado en el lanzamiento, con una veloz mecánica de tiro e inteligente a la hora de jugar. Sufridor en defensa, su progresión va en una línea algo inferior a la del resto del equipo en los últimos encuentros.
El alero griego de tan solo 22 años, cabe reiterarlo, se pasó en el banquillo toda la segunda parte del encuentro en Berlín. Había disputado casi cinco minutos del segundo cuarto en el que anotó un triple, falló otro y colocó un tapón. Pero fue parte de un partido de ida y vuelta, cercano al correcalles, que en poco favorecía las aspiraciones del cuadro vitoriano y que permitió a los germanos anotar varios puntos fáciles. Su competencia, dio un paso al frente tras el paso por los vestuarios.Sedekerskis lideró la defensa azulgrana que le permitió al Baskonia sumar su primer triunfo continental y condenó a estar en la sombra al jugador griego.
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Más joven que sus antecesores
La ACB parece el territorio más propicio para seguir con su evolución. Más amable para los novatos que la Euroliga, en la que los jóvenes que se estrenan por todo lo alto se cuentan con los dedos de las manos. Sus antecesores le sirven de ejemplo. Giedraitis llegó al Baskonia a los 27 años tras una temporada notable en el Alba Berlín y muchos más kilómetros recorridos. Fontecchio lo hizo con 25 y en una línea similar. Altas expectativas juveniles, temporadas con un rol secundario y un paso atrás para impulsarse. El italiano, además, también llegó a Vitoria con la pretemporada iniciada tras brillar en los Juegos Olímpicos y no logró mantener el mismo nivel en sus primeros meses. Luego acabaría en la NBA.
Rogkavopoulos, también con un contrato de tres temporadas, es otro de esos que mira al otro lado del charco. Sin embargo, cuanta con la tranquilidad del que tiene toda su carrera por delante y un grado de madurez por encima de su edad. Entrena muy bien, añaden desde el club, que se muestra confiado en su irrupción.
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