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Domingo, 27 de enero 2019, 16:53
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Puede que disputen la misma competición doméstica, pero el Baskonia y el Obradoiro viven en territorios separados. Cohabitan espalda contra espalda con el presupuesto como abismo que marca la frontera. Hay días en que el más modesto es capaz de una heroicidad, quizás aprovechando el despiste o el cansancio acumulado del poderoso tras un reciente esfuerzo continental. Las más de las veces, se impone la terca lógica de más fuerte, el resultado más previsible.
Así sucedió este domingo en el Buesa Arena durante la cita entre vitorianos y gallegos. Cayó el triunfo del bando anfitrión tras un duelo sin apenas historia. Una anécdota, un choque meramente alimenticio tras una sesión baloncestística destemplada, resuelta gracias a los golpes de calidad del Baskonia y a la limitación de los resortes del Obradoiro para intentar equilibrar la batalla. Los compostelanos supieron mantenerse en pie durante buena parte de la primera mitad, no solo gracias a su orden y su acierto sino también debido al bajo nivel del juego azulgrana. Pero bastó que
Kirolbet Baskonia
Vildoza (2), Janning (16), Shields (15), Voigtmann (4) y Poirier (6), -cinco inicial- Huertas (6), González (-), Diop (6), Jalen Jones (12) y Hilliard (5).
72
-
63
Monbus Obradoiro
Sàbat (2), Vasileiadis (12), Singler (10), Brodziansky (11) y Hlinason (6), -cinco inicial- Simons (-), Llovet (12), Obst (-), Spires (6), Navarro (2) y Pozas (2).
Parciales: 15-18, 23-8, 16-14 y 18-23
Árbitros: Miguel Ángel Pérez Pérez, Juan de Dios Oyón y Arnau Padros. Eliminaron por faltas personales al local Jones (min. 40).
Incidencias: Partido correspondiente a la decimoctava jornada de la Liga Endesa disputado en el Fernando Buesa Arena de Vitoria ante 9.878 aficionados.
A partir de ahí, el Baskonia nunca vio que peligrara el resultado, por mucho que su juego estuviera lejos del rigor y la intensidad más recomendables.
No suelen ser tardes para florituras las de la Liga ACB. No se prestó a ellas el Baskonia en el arranque ni siquiera para contentar a quienes se acercaron hasta la fortaleza que domina el paisaje de los humedales de Salburua. Su inicio fue tibio y espeso, como un caldo indigesto. El orden habitual del Obradoiro, el dominio interior de
Los gallegos llegaron a verse con un 6-13 a favor mediado el primer cuarto, una brecha que suturó el conjunto azulgrana con un parcial de 7-0.
Tres proyectiles certeros desde más allá de la línea de 6,75 ayudaron a cimentar un parcial de 15-2 que tumbó en la lona al Obradoiro con un 38-26 al descanso. Trató de levantarse el plantel gallego de la mano de un
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