El Baskonia se pone en marcha

Los hombres de Joan Peñarroya y todo su cuerpo técnico han pasado las pertinentes pruebas y análisis que se realizan a los deportistas de élite. Tras la analítica, con la que se comprueban diversos aspectos bioquímicos del suero sanguíneo, se ha practicado la valoración en reposo de los jugadores con un electrocardiograma.

Ampliar

El siguiente paso ha consistido en la realización de un ecocardiograma, es decir, una ecografía del corazón. «Esta prueba permite ampliar el estudio y detectar algunas de las cardiopatías que pueden pasar desapercibidas en la exploración y en el electrocardiograma y que pueden derivar en complicaciones durante la práctica deportiva», explica Javier Pindado, cardiólogo del centro médico IMQ Amárica y encargado de los reconocimientos médicos del equipo vitoriano.

De igual modo, los jugadores han realizado una ergometría de esfuerzo. Ésta, explica el doctor, se efectúa «de forma protocolizada en diferentes etapas durante las que se realiza medición de la presión arterial y se monitoriza de forma continua el electrocardiograma y se detiene cuando alcanza el deportista su frecuencia cardiaca máxima». El objetivo de la ergometría es evaluar el flujo arterial coronario a través de las arterias del corazón de los deportistas y el método es comparar el electrocardiograma basal con el electrocardiograma durante cada una de las etapas del esfuerzo. Esta prueba también analiza la respuesta del corazón ante el ejercicio con el objetivo de mejorar sus condiciones deportivas e individualizar el entrenamiento para cada jugador.