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Steven Enoch golpea en la cara a Hlinason de forma fortuita durante la lucha por un rebote.

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Steven Enoch golpea en la cara a Hlinason de forma fortuita durante la lucha por un rebote. Igor Martín
Baskonia - Zaragoza | Liga Endesa Jornada 32

Monólogo baskonista insistente y devastador

Un Baskonia lúcido y sin fisuras impone su superioridad ante un Zaragoza desnortado y se aúpa a la sexta posición

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Sábado, 7 de mayo 2022, 17:35

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El Baskonia vivió ayer su tarde más plácida de la temporada. De esas algo destemplada por la falta de fiereza e inferioridad de su rival que habían quedado caducas en lo que va de curso. Una buena predisposición bastó para alejar angustias, corregir errores e imponer su plan de partido. Dominio total sustentado en las pérdidas de balón de un Zaragoza desnortado, que anotó su segundo y último triple a falta de dos minutos para el final, la facilidad azulgrana para correr en transición y para controlar el rebote en todo momento.

El conjunto alavés despachó a los maños a la carrera, y con suma facilidad. Ni rastro del partido de finales de diciembre retrasado por el positivo de Spahija y de resultado desalentador. consecuencia de la ausencia azulgrana en la Copa del Rey. Quizás por los recuerdos de aquella noche aterradora, los baskonistas fueron un martillo pilón, de principio a fin, mostraron su orgullo herido y brindaron con un triunfo implacable.

Con el único debe de las pérdidas de balón y los malos minutos de Wetzell, que no atrapó tres buenos pases y acabó relegado al último puesto de la rotación, fue un triunfo holgado en el que participaron sus tres canteranos y ninguno jugador por encima de la treintena de minutos. Un rara avis, con un equipo serio en su constancia, en su labor atrás y su virtud ofensiva. Con una gran circulación de balón, 24 asistencias, triangulaciones y juego entre postes.

Los puntos de Enoch en la pintura favorecieron el arranque de la escuadra azulgrana, capaz de marcar un parcial de 10-0 tras unos primeros ataques espesos (12-6, minuto 6). El ritmo lento y la falta de intensidad contribuyeron a pasar por encima de un equipo maño ahogado en sus pérdidas y diluido por el mando autoritario de Fontecchio.

La exuberancia física del italiano no encontró respuesta en ninguna de sus acciones y fue el que inauguró la cuenta triplista con la que los anfitriones siguieron aumentando su ventaja. Giedraitis, con su faceta de ladrón (5 recuperaciones) y Costello, mejor como 'cinco' que como 'cuatro', taladraban la defensa zaragozana con sus cortes a canasta y un ritmo superior de partido. Solo Kilpatrick, con once puntos antes del descanso, los mismos con los que acabó, parecía mantener la tensión competitiva en el conjunto de Sakota, que no termina de alejar el fantasma del descenso.

Sin concesiones

Mientras tanto, la ansiada rutina. Una gran circulación de balón, de lado fuerte el débil y de fuera a dentro acabó con un mate de Enoch que puso el 46-24 (minuto 18) en el marcador. Partido sentenciado por un Baskonia despierto que bajó un poco el pistón tras la reanudación. El Zaragoza se apuntó un parcial de 0-9 que no gustó a Spahija, que se lo explicó a sus hombres en un tiempo muerto y que comprendieron al instante. Un triple de Peters, cada vez más inmenso a nivel defensivo, más un dominio interior y exterior completo devolvieron la máxima ventaja y las sonrisas de un Buesa Arena que vuelve a disfrutar de su equipo. Poco le importa el mal partido de Baldwin, que le aplaude en cada relevo. Y se viene arriba cuando ve a sus canteranos pelear sobre la pista.

Con 17 puntos tras pérdida y 16 en segundas oportunidades, el único aliciente final era saber por cuántos puntos iba a ganar el Baskonia. La diferencia siguió oscilando a su favor con la comparecencia de Marinkovic y Sedekerskis, que con un rebote ofensivo y un 'dos más uno' (88-53, min 33) se llevó la ovación de la tarde. Golpe de moral para un grupo de buenas sensaciones que firmó su quinta victoria en seis partidos, la tercera consecutiva, algo que no ocurría en la ACB desde noviembre. Ahora es sexto en la tabla, con el claro objetivo de evitar que Manresa recupere terreno para un Baskonia que la próxima semana debe visitar al Tenerife y recibir al Joventut para dar por concluida la Liga regular.

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