El calendario desafía al Baskonia menguante
Un tramo final de la Euroliga exigente le reta a mantener su meritorio puesto entre los ocho mejores desde el inicio de la fase regular
La temporada del Baskonia recuerda un tanto a la fábula sobre la cigarra y la hormiga. O a la ponderada labor de abastecerse de grano ... con la que asegurar la manduca cuando las condiciones ambientales se tornan adversas. El equipo alavés que asombró al continente entero mediante su insuperable mes de las luces largas, diciembre, raciona ahora el alimento para no caer en el desesperante mal de la hambruna. Escrito desde el mérito ganado por aquella versión que convirtió al bloque azulgrana en la referencia absoluta de Europa por su simbiosis de eficacia probada y belleza estética.
La campaña alavesa viene gestándose a golpe de impulsos contundentes. Al equilibrado balance (5-5) en el arranque del torneo que patrocinan las líneas aéreas turcas le sucedió una tacada de billar demoledora y favorable que elevó el contador a aquel 11-5 con el que el bloque de Joan Peñarroya mostró la popa a todo un campeonato del máximo nivel alineado en fila. Pero hoy es la fecha en la que el conjunto vitoriano se aferra a la maroma de la sokatira para no perder pie. Léase el intento de eludir por primera vez el paso al peor lado de la muga. Porque el Baskonia no ha abandonado hasta ahora su puesto entre los ocho clubes que disputarán los cruces continentales de cuartos a partir de mediados de abril.
2-7 es el balance continental azulgrana tras derrotar al Real Madrid en un Buesa Arena repleto
Nada menos que veinticinco jornadas en la vertiente que faculta el acceso a los 'play off'. Pero desde el triunfo monumental ante el Real Madrid del 29 de dicidmbre en un Buesa Arena repleto, el Baskonia sólo ha ganado dos de sus nueve compromisos europeos. Incluyendo dentro de la nómina sonriente la prórroga resuelta a favor en la visita de un Efes que vencía por once puntos a cinco minutos y pico del final en una velada para la ley de la memoria histórica. Ese éxito agónico, unido al '1' quinielístico en la visita del Panathinaikos, representan en 2023 las únicas satisfacciones para un cuadro que acumula seis derrotas consecutivas como viajero.
Reconociendo que asistimos a la competición continental más salvaje que se recuerda, por la que cualquiera se siente capaz de sorprender a los más poderosos, habremos de admitir que el tramo final sólo cabe calificarlo de exigente. Únicamente dos compromisos, teóricamente, asequibles en casa frente a rivales que derrotaron a la escuadra de Peñarroya en la primera vuelta: Alba y Asvel. Y siete complicados por distintos motivos y en grados diversos.
Según la filosofía 'cholista' de los partidos tomados en unidades inmediatas, a la vuelta de la esquina se presenta el duelo aquí contra el Valencia. Un grupo empatado con el Baskonia al que convendría vencer, desde luego, o al menos resguardar el 'average' -ojo a los desempates finales- de la renta azulgrana de diez puntos en la jornada inaugural.
El bloque vitoriano recibe esta semana al Valencia y termina en la casa del líder
A partir de entonces, y quizá sólo con la salvedad de las dos presuntas 'marías', desplazamientos al WiZink Center de un favorito (Real Madrid), a Tel Aviv para oponerse el otro mejor local del torneo y adversario muy directo (Maccabi), al reencuentro con Dusko Ivanovic en Belgrado para terminar la fase regular en el feudo de un líder (Olimpiacos) tal vez relajado. Y con la presencia en Vitoria del Mónaco, aspirante a la 'Final Four', y del Fenerbahçe, temible plantel con una trayectoria ascendente tras un arranque muy mejorable.
Al Baskonia le viene bien la cosecha de final de año para mantener sus aspiraciones, por encima de las previstas en verano, de ingreso al muy loable cruce de cuartos. Porque aquella hermosa trituradora de diciembre padece ahora el síndrome del vulnerable, lógico teniendo en cuenta que se trata de un club noble y distante económicamente de la aristocracia. Un grupo que sufre en carne propia la retirada de 'Pi' Henry al arcén, la pérdida de su puntería esencial que le permitía abrir brechas en un suspiro y su debilidad viajera, inversamente proporcional a su rostro fiero ante la chimenea del hogar.
La ACB de menos exigencia física como un relativo balneario
Es tal el nivel físico de la Euroliga más silvestre que se recuerda que cualquiera de los cuatro clubes de la ACB inmersos en ella agradecen los fines de semana domésticos. Relativamente, eso sí, porque el cuarteto se despidió recientemente de la Copa del Rey de maneras prematuras. Tras el cruce de cuartos en los casos de Valencia, Barça y Baskonia; apeado el Real Madrid por el campeón Unicaja en las semifinales.
Si el conjunto de Joan Peñarroya viene sufriendo en el continente desde el cambio de año tras su formidable diciembre, el torneo que patrocina Endesa le sirve de consuelo. Después de veinte jornadas, el bloque azulgrana ocupa el tercer puesto de la clasificación, a un solo triunfo de los dos poderosos clubes de fútbol con secciones de baloncesto. En la segunda vuelta, el Baskonia visitará el WiZink Center tras derrotar al rival merengue en la primera vuelta y el Palau para oponerse a un Barça que ha ganado en el Buesa Arena.
De hecho, sólo cuatro adversarios han vencido al Baskonia dentro de la ACB tras casi dos tercios de liga ya disputados. De Betoño se llevaron el botín Tenerife y Barcelona, mientras el cuadro alavés ha cedido como viajero en Manresa y Santiago de Compostela.
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