«El destino quiso que tuviera el último tiro», se alegra Prigioni

M. URIARTE | VITORIA..-

Pablo Prigioni se retiró «feliz» a la ducha. Tenía su motivo. La canasta que coló por el aro del Olympiacos y que dio la victoria al Caja Laboral en un final incierto. Antes, en cambio, lo había errado todo. «Estoy entrenando el tiro como un cabrón. Estaba fastidiado por fallar cuatro tiros. Pero, mira, el destino quiso que tuviera el último». El del triunfo.

«Una victoria importante, un partido importante», arrancó Dusko Ivanovic su comparecencia. Satisfecho por el desenlace, pero un pelín molesto por el discurrir. «Ha sido un partido, la verdad, del que estoy sorprendido por la poca agresividad defensiva en el primer cuarto dejando al Olympiacos que jugara y moviera el balón. Nos metieron tres o cuatro triples casi sin resistencia. A veces quieres, pero no puedes».

Lo ensayado no salió. «Sabíamos que iban a jugar con Papadopoulos en el poste bajo. Preparamos la defensa, pero una cosa es entrenar y otra ejecutarlo en el partido», censuró el montenegrino.

Después, el Baskonia mejoró, a lo que contribuyó la grada, agradeció Ivanovic. «En el segundo tiempo hemos tenido intensidad, jugando mejor, cuando nos ha ayudado muchísimo nuestro público para acercarnos», relató. Ya con el marcador equilibrado, «jugamos más tranquilos», apreció el técnico.

Aunque es «muy pronto» para dar por seguro el pase al Top'16, Ivanovic dice que «en todo caso tres victorias sí nos acercan al objetivo».