Vitoria se entrega a la Bourousismania

Con esos números, lógicamente, es el mejor jugador de la jornada en ambas competiciones. De hecho, la exhibición de experimentado interior de ayer en el Buesa Arena es, estadísticamente, el mejor partido de su carrera en Europa. Registros de récord presonal en puntos (28), rebotes ofensivos (5) y robos (4). El acta del partido de Bou es para enmarcar. En 32 minutos en cancha (prórroga incluida) se marcó 28 puntos, con 2 triples, capturó 12 rebotes, recibió 7 faltas y aún tubo tiempo de poner dos tapones, asistir a sus compañeros en 3 ocasiones y robar cuatro balones a sus compatriotas del Pireo. La Bourousismania se ha desatado en Vitoria. No es para menos.

La primera consecuencia, la menos importante, es que los aficionados del Baskonia vuelven a mirar a la cancha y no al palco por la errática política de fichajes. El club se guardó la última casilla de su cartilla de baile para el barbudo heleno y ha salido cara. Ya nadie se acuerda del despedido Anosike, que probablemente será también cortado en el AEK. Bourosis no solo es un bad boy que se las sabe todas en la cancha. Se está mostrando como un magnífico reboteador. En cuatro partidos con la elástica vitoriana ha capturado 44. Marca al alcance de muy pocos.

La segunda, la fundamental, es que la confianza del grupo en el trabajo que realizan ha encontrado un cimiento tan sólido como las piernas del gigante de Rodas. Bourosis es hoy el pegamento que necesitan los talentosos y volátiles jóvenes del Baskonia. Ayuda a todos -en especial a los bases- y además soluciona los problemas cuando se presentan. Es imposible que dure para siempre este estado de gracia. Para entones, es la gran oportunidad que se le presenta a Perasovic, deberán estar al 110% Causeaur, Corbacho, Tillie y James. Adams ya parece entonado.

Laboral Kutxa rema a favor de corriente mientras guarda en la recámara la incorporación de Shengelia y Bertans.