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Carlos Pérez de Arrilucea
Domingo, 3 de enero 2016, 00:23
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El Baskonia quiere abrir a lo grande 2016 esta tarde en el Buesa Arena. El escenario apunta al segundo lleno de su historia desde la última ampliación, una afluencia alimentada al calor del renacer de la fuerza en el Baskonia y la llegada de un rival de gama alta como el Real Madrid. La escuadra azulgrana ha recuperado en los últimos duelos ese perfil tenaz e incansable y encara hoy una gesta abordable. Se conjura para intentar tumbar a un Real Madrid de perfil más humano debido a las ausencias de los hombres de peso como Sergio Llull y Rudy Fernández y que ha movido ficha dentro de su profundo fondo de armario para intentar restañar los daños en el perímetro.
Reenganchado a la causa de Pablo Laso tras cerrar la primera fase de la Euroliga con el Bayern, KC Rivers se suma a las filas blancas como extranjero, lo que obliga al descarte de Troy Thompkins. Más pegada física y calidad en el exterior a costa de la pérdida de un hombre de zona de brillo más apagado en comparación a su pasada campaña en el Locomotiv Kuban.
Sobre el papel, la ocasión parece propicia para un Baskonia que el pasado fin de semana aseguró su presencia en la Copa del Rey y que ahora pelea por hacerse con un puesto de cabeza de serie. El Real Madrid se asemeja a un rival más abordable, aunque su fiabilidad ha sufrido más en la Euroliga que en el frente doméstico, donde tan solo ha cedido dos derrotas.
Perseguidor
El conjunto vitoriano se viste hoy también de perseguidor ambicioso para intentar recortar las distancias en la zona alta de la clasificación. Si media un triunfo local hoy, los hombres de Perasovic igualarán a triunfos con el Real Madrid y alimentarán sus opciones para conseguir un puesto preferente de cara al sorteo copero.
Las ausencias pueden convertir al Real Madrid en un equipo más terrenal, pero su capacidad de fuego es capaz de encontrar otras vías dentro de una plantilla nutrida de hombres con capacidad para redoblar su protagonismo. Nocioni, Sergio Rodríguez, Felipe Reyes y Ayón encarnan un núcleo duro reducido por las bajas de Llull y Rudy, pero hay acompañantes como Carroll, Maciulis, Taylor, Hernangómez o el precoz Doncic capaces de robar el primer plano a cualquiera. Refugiado en un Buesa que hoy quiere gritar y vibrar como nunca, el Baskonia precisa de la armonía y la constancia desplegadas en los últimos dos duelos ante Fuenlabrada y Zalgiris, pero también esa dosis de capacidad de sufrimiento para doblegar a un rival que, cuando se ha sentido contra las cuerdas esta temporada, ha salido con zarpazo de campeón.
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