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El Panathinaikos ha formalizado una protesta por el arbitraje de anoche en el Buesa Arena. El club griego se siente perjudicado por varias decisiones de un partido en el que le señalaron dos técnicas (a Radonjic y a Bacon), pero en especial por una acción rearbitrada en el último cuarto con la que se anuló un triple de Bacon.
A falta de seis minutos para el final, el alero del Panathinaikos, que antes había realizado una peineta a la grada, pusó el 83-75 en el marcador. Sin embargo, los árbitros pararon el juego en ese instante y recurrieron al Instant Replay para revisar la jugada anterior. Atacaba el Baskonia y Grigonis, sin el balón de por medio, empuja de forma clara a Marinkovic con la espalda para evitar que cogiera el rebote.
El colegiado Matej Boltauzer se llevó el silbato a la boca, pero no sañalizó nada ante la incredulidad del escolta serbio. El partido continuó y Bacon anotó un triple liberado al contraataque. Fue entonces cuando decidieron mirar el vídeo de la acción para comprobar el grado de violencia de la misma y señalaron la falta antideportiva del lituano e ignoraron la canasta griega.
El marcador pasó a ser un 85-72 tras dos tiros libres de Marinkovic, con lo que el Baskonia agrandó una renta que se siguió rebajando en los minutos siguientes. El club griego presidido por el excéntrico Dimitris Giannakopoulos, azote continuo de los árbitros con sus hirientes declaraciones con las que ha sido sancionado en reiteradas coasiones, decidió tras el partido enviar a una protesta oficial a la Euroliga insistiendo en que no hubo señalización de falta antes del tiro de Bacon, por lo que los árbitros no podían retroceder a la jugada anterior.
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