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Unics Kazan - Baskonia | Euroliga Jornada 6: El compendio de todos los vicios
Unics Kazan - Baskonia | Euroliga Jornada 6

El compendio de todos los vicios

El Baskonia firma un primer tiempo esperpéntico que recuerda a su naufragio inaugural en El Pireo

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Miércoles, 27 de octubre 2021

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Este Baskonia aún por modelar reunió ayer, y en un solo volumen, todos los vicios que arrastra en sus peores tardes. Hasta la fecha ya había escrito algunos ensayos 'científicos' sobre la pérdida de balones, el engrudo ofensivo que se niega a bajar por el tobogán del esófago o la debilidad en el resguardo del aro propio. Pues ayer firmó un primer tiempo esperpéntico (48-19, minuto 18) frente a un Unics que entre su dinamismo hasta el descanso y las concesiones groseras de su adversario bien parecía postularse como candidato a la 'Final Four'. A la que seguramente no llegará, salvo que encuentre cada semana alfombras mullidas como las que acaba de pisar en su silencioso teatro de Kazán. Especialmente en un segundo acto (24-6) que el cuadro vitoriano debería encerrar con dos vueltas de llave antes de arrojarla por el hueco de la alcantarilla.

Era un combate con trazas de amaño entre un púgil ligero que movía la pelota con sentido y clavaba dardos desde dentro y por fuera contra un adversario aquejado de una parálisis severa. El bloque de Dusko Ivanovic, así definido por la acumulación sobre la pista de estatuas de sal, asistía impotetente al crecimiento exponencial de un adverdario mecido por los Brown y Vorontsevicj, veterano que recordó con gozo su lucido pasado en el CSKA. Lástima que otra vez, no es la primera, la crónica apunte más al contrario que el Baskonia mismo, superado adelante y atrás como en el baile de la yenka.

Unics Kazan

Lorenzo Brown (6), Brantley (11), Hezonja (8), John Brown (14) y Vorontsevich (14) --quinteto inicial--; Spissu (5), Canaan (9), Komolov (-), Klimenko (-), Uzinskii (6), Mayo (4) y Jekiri (6).

83

-

69

Bitci Baskonia

Granger (8), Sedekerskis (11), Fontecchio (4), Nnoko (-) y Baldwin (23) --quinteto inicial--; Costello (18), Barrera (-), Marinkovic (3), Enoch (-) y Kurucs (2).

  • Parciales 24-17, 24-6, 18-21, 17-25.

  • Árbitros Belosevic, Zamojski y Koljensic. Sin eliminados.

  • Pabellón Basket Hall Kazan. 1.023 espectadores.

Como diría Mariano Rajoy en sus tiempos presidenciales, no se trata la Euroliga de un «asunto menor». Hasta el asequible representante del suroeste ruso puede pintar la cara a sus oponentes con ese uniforme de camuflaje militar si los colegas de enfrente, como ayer, contribuyen lo suyo. Duele escribirlo y cuesta leerlo, pero los ¡seis! puntos que anotó el deshilvanado grupo alavés suena a descalabro, palabra larga que podría rotularse en mayúsculas y de cuatro sìlabas sangrantes.

Al 'conjunto' azul y grana sólo le salvaron del naufragio absoluto los cinco triples de la primera mitad, saldada con 3 de 22 aciertos en los tiros de dos puntos. Ni siquiera el socorrido recurso a la defensa -también deficiente en Rusia durante veinte minutos- cuando el ataque en media pista sigue sin resolver el sudoku sirvió hasta el intermedio para impedir el hundimiento de la flota.

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La testimonial alineaciónde Barrera y una concesión gratuita tras un saque de fondo bajo la canasta propia resumían los síntomas alarmantes de un grupo carente de pulso. Sí, faltaba Giedraitis, cuya baja representaba un hielo más para congelar a un equipo frío, pero el catecismo 'duskoniano' niega las charlas sobre los ausentes.

Del presunto duelo diluido antes de abrir unas hostilidades ficticias sólo cabe rescatar la maquillada dignidad del Baskonia a la vuelta de los vestuarios y los apuntes de talento indudable que encierra Baldwin bajo ese rostro de enfado con el mundo. Desde luego, el encuentro descosido, un traje sin hilvanes ni costuras, le abrió el portón para que derramase su verticalidad y arranques individuales. El cuarto de la saga tubricó algunos canastones que confirman su mejor aprovechamiento como escolta que de base, demarcación en la que incuso ayer sucumbió Granger. Como resultaría el compromiso que hasta el guía uruguayo (des)cuajó una intervención para mandar al desván del olvido.

A falta de siete minutos para la conclusión, el marcador contaba la misma verdad (75-50) que en el duelo completo de El Pireo durante la jornada inaugural. Tocaba sersión de maquillaje frente al esejo curvo y tanto Sedekerskis como Costello aprovecharon la tarde echada a perder para presentar, al menos, unos números respetables. Lo demás conviene meterlo en la bolsa anudada que termina las noches de vecindario en el contenedor. Elijan el color com qurencia al gris.

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